Mis tesoros

Lilypie Kids Birthday tickers
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martes, 27 de marzo de 2012

Afrontando la recta final

Me quedan 34 días para salir de cuentas, parece mentira, este invierno ha sido eterno, pero desde que acabó la navidad, las semanas han avanzado un poquito más deprisa. Mi chiquitina y yo estamos en la recta final para vernos la carita, ¡que ganas!

Hoy en la consulta de la ginecóloga ha habido un poco de todo, los niveles de anticuerpos del Rh han subido, afortunadamente mi pequeñina es una campeona y está bien, moviéndose continuamente para tranquilizar a su mami; la glucosa la tengo baja, tengo que comer más y a todas horas, menuda bronca que me ha caido de la enfermera-ogro, además hoy en la consulta no estaba la gine de siempre (la habrá tocado guardia) y la que estaba, pues era más seria...así que no he salido muy animada que digamos. Ya tengo cita para monitores, parece que se empieza a ver la luz al final del túnel.

La mañana ha acabo de rematarse con otra mala noticia, una de mis profes más queridas y tutora en BUP, monja de las Hijas de Jesús ha fallecido, su corazón inmenso que no la cabía en el pecho, dejó de latir. Eso sí, a pesar de estar en la enfermería, no parecía una enferma, sino que cuidaba a las demás hermanas, así era ella.  

Cuando he colgado el tfno, no he podido evitarlo, unas lágrimas han escapado de mis ojos. Era una mujer grande, de tamaño y de valía, siempre tuvo una palabra de aliento para mí o para cualquiera de las alumnas, nunca regañaba, sino que te hacía ver y comprender lo que no habías hecho bien.

Hacía algún tiempo que no la veía, Dios mío! si la última vez que la ví hubiera sabido que era la última vez...como dice mi madre, ¡seguro que ha ido al Cielo con zapatos y todo! y desde allí seguirá cuidando de todas sus alumnas.

Querida Asun, allá donde estés recibe un abrazo fuerte, enorme como los que tú me diste cuando necesité ánimo y consuelo.

jueves, 22 de marzo de 2012

Un 11 de Enero

Una sensación extraña me despertó sobre las 6 de la mañana, aún era de noche, tras sentir la misma sensación durante un rato, cada cierto tiempo, desperté a mi marido, "cariño, creo que ha empezado", él encendió la lamparita de la mesita de noche, me puso la mano en la tripa y nos miramos. Estábamos de vacaciones y ese día teníamos consulta con la ginecóloga a las 11, nos quedamos tranquilos en la cama, era temprano.

No me dolía, a pesar de ello, mi chico grande empezó a medir cada cuanto sentía que mi tripa se contraía, aún era cada muchos minutos, nos levantamos para ir a la consulta, me duché y las contracciones pararon, de vez en cuando sentía de nuevo que mi tripa se contraía. La ginecóloga nos lo confirmó, estaba de parto, pero aún quedaba mucho tiempo, quizá mañana, nos dijo.

Nos fuimos para casa, había niebla y hacía mucho frio, no avisamos a nadie, nos acurrucamos en el sofá y vimos una película en el DVD, de vez en cuando volvía a contraerse mi tripa, ahora ya empezaba a doler un poco, preparamos la comida, pero no comí más que unas mandarinas, no tenía hambre.

A las 15.30h. las contracciones ya eran seguidas y dolían, un dolor como cuando de chiquilla me iba a bajar la regla, un dolor contínuo de pocos segundos, decidimos ir al hospital, de camino pasamos a avisar a mis padres, pero creo que más que tranquilizarles lo único que hicimos fue ponerles nerviosos.

En el hospital nos asignaron habitación y me llevaron a monitores, sí, estaba de parto, pero había que esperar, había dilatado muy poco, volví a la habitación, las horas pasaban lentamente, pero yo no me daba cuenta, recuerdo lo que me molestaba la conversación de la visita de la cama de al lado, yo necesitaba silencio.

Las contracciones eran prácticamente seguidas, llamamos a la enfermera y me llevaron de nuevo a monitores, estuve poco tiempo, había llegado el momento de ponerme la epidural, no me dolió, al poco rato en lugar del dolor con cada contracción sólo sentía que mi tripa se ponía dura, cerré los ojos y creo que durante algunos minutos me dormí, entonces llegó mi marido y el ginecólogo, nos echó la bronca por haber puesto en el papel que nos dieron a firmar que no queríamos que utilizaran forceps, eran casi las 10 de la noche.

Afortunadamente el ginecólogo tuvo que ir al paritorio de al lado a atender a otra futura mamá, le dije a la matrona, "dime lo que hay que hacer", me pasaron al paritorio y me dijo: "cuando sientas la tripa dura, empuja y respira", bastaron 4 empujones y me pusieron encima a mi chiquitín, no podía verle la cara, estaba echo un ovillo. Le acaricié la espalda antes de que se lo llevaran para lavarle, pesarle...le oí llorar y fue lo más maravilloso del mundo.

Me oía repetir, "¿está bien, está bien? - me están cosiendo cuando de repente aparece una mujer con uniforme de enfermera y dice que conoce a mi suegra, que están en el pasillo y se lleva al niño para que lo vea, me asalta el pánico, "¡¡¡mi niño!!!!" - le grito a mi marido, "¡¡¡corre, que se lleva a mi niño!!!" se me hace eterno el breve tiempo que pasa hasta que vuelven.

No recuerdo como, pero ya estoy en una cama, camino de la habitación y mi chiquitín está en mis brazos, aparecen mis padres, mi hermano, mis suegros,... estoy cansada, quiero que se vaya todo el mundo y quedarnos solos los 3, en silencio.

Necesito tranquilidad, darle calor, es muy chiquito, muy frágil, está abriendo su boquita, buscando mi pecho, se lo acerco, ¡qué sensación más agradable!. El agotado papá se apoya a los pies de la cama y se queda dormido, yo no puedo dormir, estoy hipnotizada, no puedo dejar de mirarlo, ese bebé diminuto es MI HIJO.

martes, 20 de marzo de 2012

Otra de suegros - el desenlace

Bueno, pues al final sí me expliqué...que le vamos a hacer, no quiero malos rollos, ni hacer sufrir a mi chico mayor, que bastante tiene. Así que contesté al mail de mi suegro pormenorizando mi batalla con la glucosa, proponiéndo quedar después de comer, para pasar la tarde del sábado con ellos. A la hora y medía recibía un escueto: "De acuerdo".

Así que aclarado esto, el sábado después de comer y siestear un ratillo, llamamos para anunciar que íbamos para allá, pero no! ellos tenían otros planes ... se iban de compras y a visitar a no-se-quien, pobre mi niño, se quedó con un palmo de narices, "¿y por qué no podemos ir a casa de los yayos?" - sin comentarios.

Repetimos la escena el domingo, después de comer y siestear un ratillo, llamamos para anunciar que íbamos para allá, esta vez mi marido con buen criterio, le puso al niño al tfno... (a ver si había huevos para decirle al peque que no), aunque mi niño no se cortó un pelo - ¿hoy podemos ir a vuestra casa o no? -  toma ya! ese es mi niño!!

Un frio de tres pares en la casita del campo, "no hemos puesto la calefacción, porque como íbamos a ir a vuestra casa" ???? ¡y eso que habíamos quedado el día anterior!

Después de unas cuantas partidas a la Oca en las que mi suegra hacía trampa para ganar ella, nos suelta un: "os quedais a cenar" afirmación, no pregunta, sólo pude tomar un poco de pechuga de pavo y un trozo de tortilla de patata precocinada (sí, las que venden en el súper plastificadas que saben puag!).

¡Todo sea por la paz conyugal!

viernes, 16 de marzo de 2012

Otra de suegros

Este finde hay puente, el lunes es San José y mis suegros han decidido que tenemos que comer el sábado todos juntos para celebrar el día del padre.  Hasta ahí todo podría ser normal, pero no, empezamos porque no se han dignado preguntar cuando nos venía mejor o si ya teníamos planes....ellos tienen su agenda y nosotros tenemos que adaptarnos a ella, faltaría más.

Además, se anuncia un cambio radical del tiempo, después de una semana de sol y calor más que primaveral casi veraniego, se prevee que las temperaturas bajen y llueva, a pesar de ello, la comida sería en su casita de campo, que para comer en verano en el jardín y disfrutar de la piscina, pues bien, pero para estar encerrados por la lluvia, en una mini-casa, pues como que no, para eso nos quedamos en la nuestra, que el peque se puede entretener con el tren, los puzzles, ...

Para colmo de males, tiene que ser en sábado, que en casa de mis suegros significa comer como muy pronto a las tres o tres y media de la tarde, eso en el mejor de los casos, si llegan con la "comida hecha", en el peor de los casos, ya me tocó una vez ponerme a mí a esas horas a cocinar, mientras tanto mi cuñada estaba sentada con una Coca-cola leyendo el periódico, que siempre ha habido clases, oiga. Si lo llego a saber hubiera ido prevenida de casa.

Si a esto le sumamos que les da igual el hecho de que yo esté a dieta, porque entre la diabetes gestacional, las naúseas por las patadas de mi peque en el estómago y que tengo que controlar mis visitas al baño, porque con esto de tomar hierro, a la que me descuido un poco, me paso unos días sin pasar por el trono...y no estamos muy bien de sitio por mi zona abdominal, tengo que hacer maravillas con los menús.

Un ejemplo, el domingo se presentaron con un paquete de churros, que son mi debilidad, lo reconozco, eso sí, los trajeron rebozaditos de azúcar, justo un rato antes de que me tuviera que hacer el control de la glucosa...vamos, que tuve que aguantarme y por supuesto no comer ninguno, mi suegra me miró mal. El peque se comió un par de ellos, así que cuando un rato después le puse delante la cena, pues eso... ya me hubiera gustado que tuviera que haberle dado ella de cenar, pero no, porque la visita fue de las de 5 minutos, que claro, habían quedado para ir al cine.

Mi suegra no sabe lo que es la empatía, nunca se ha adaptado, no lo hizo en mi anterior embarazo, que también tuve diabetes  y no lo hace ni para agradar al niño, que nunca le ha hecho unos macarrones con tomate o un pollo asado...el pobre odia los langostinos, pues cada vez que vamos, toma! langostinos de aperitivo y si no son de aperitivo, pues en otra cosa, un día le hizo unas alubias blancas, que sí que le gustan al peque, peeeeeeeeeero, con langostinos, que fue a servirle en el plato y lo primero que le puso delante fue un bicho de esos, resultado, el peque no se las comió.

Cuando era más pequeño e íbamos a comer a su casa, siempre me llevaba el puré del niño, ella me reñía, "porque el niño tiene que comer lo de todos", pero es que ¡¡hay comidas y comidas!! debe ser que mi abuela me tenía muy mal acostumbrada y siempre me preparaba mi comida favorita.

Cuando vamos a comer donde mis padres, yo me desentiendo del niño y puedo relajarme y descansar, mi madre le prepara lo que más le gusta y si no tiene el día muy allá, hasta le da de comer. En casa de mis suegros, si no me ocupo yo de darle de comer, nadie se preocupa, como mucho mi suegra emplea la táctica de cogerle comida de su plato y comérsela ella, "para ver si se anima", el peque encantado...eso menos que tiene que comer él.

En resumen, que estoy cansada de tener que dar explicaciones, de tratar de razonar con ellos y hacerles entender por un lado que el peque come fatal y por otro, que me ha costado mucho esfuerzo, mucha constancia y sobre todo mucha disciplina conseguir estabilizar mis niveles de glucosa, para que ahora me hagan saltármelos. Vamos! yo que estoy que rabio por una taza de chocolate o un bocata de nocilla!!! que digo yo, si la familia no te ayuda a hacer la dieta, ¿quién te va a ayudar? 



miércoles, 14 de marzo de 2012

Una de buenas noticias

Para variar esta vez, en la consulta de la gine todo fueron buenas noticias, la enfermera ogro no me pudo echar la bronca :-) los niveles de anticuerpos han bajado, la glucosa la tengo fenomenal y ya sólo me lo tengo que controlar 1 vez al día, en lugar de 6, que ya tenía las yemas de los dedos machacaditas de tanto pinchazo. He cogido peso y la peque ha aumentado de percentil, ya se está poniendo guapetona y pesa aprox 2,100 Kg. además sigue colocadita cabeza abajo preparándose para conocer el mundo.

Parece que el hecho de tomarme las cosas más tranquilamente ha hecho efecto, definitivamente tengo que descansar.

La chiquitina sigue moviéndose un montón, tanto que la mayor parte de las veces me hace daño y entre ella y la acidez me paso media noche levantada, pero da igual, estoy feliz!!! eso sí, con muchas ganas de que llegue el momento de verla la carita.

No sé que  voy a hacer el mes y medio que me queda para caber en la ropa, mis "modelitos" están reduciéndose, los vaqueros de premamá me aprietan y con estos calores de primavera adelantada que tenemos con los pantys me achicharro, pero claro, no hace para ir "en piernas" como decimos por aquí, que cuando salgo por la mañana de casa no estamos pasando de los 5ºC, o volvemos a las temperaturas propias de esta época y empieza a llover o tengo que buscar alguna alternativa, porque lo del chándal en la oficina está descartado.

Esta semana se me está pasando en un suspiro, parece mentira como cambia todo cuando estamos optimistas, ¿verdad?

jueves, 8 de marzo de 2012

Una de polémica

Hoy, como todos los días, mi chico grande y yo nos hemos despertado con el sonido de las noticias, ponemos un poco antes el despertador para disfrutar juntos de unos pocos minutos antes de empezar el día, escuchando la radio, adormecidos aún.

Las noticias del día venían marcadas como hace desgraciadamente demasiado tiempo ya por la economía, la crisis y el paro, pero hoy además por dos noticias que como mujer y madre me afectan, el tan traido y llevado día de la mujer y la reforma de la ley del aborto con las palabras del ministro de justicia.

Respecto al día de la mujer, decir que siempre me ha parecido algo absurdo, que diferencia hay entre las mujeres que hoy, siglo XXI, salimos a trabajar fuera de casa y las del pasado siglo, como mi abuela que no salía de casa en el sentido literal del término, pero que a diario se encargaba de alimentar a las gallinas, los conejos, los cerdos, ordeñar las vacas, cocer el pan, ... mientras mi abuelo se ocupaba de las tareas del campo. Mi abuela era mujer de pueblo, pero en las ciudades no era muy diferente, las madres hacían la ropa de sus hijos y un sin fin de tareas más.

Antes pocas mujeres podían elegir entre quedarse en casa o salir a trabajar y desgraciadamente ahora la mayor parte de nosotras tampoco, la sociedad no hace fácil vivir únicamente con un sueldo o a veces como en mi caso, el sueldo por el momento fijo es el mío, no sé siquiera si me podré plantear una pequeña reducción de jornada cuando nazca mi pequeña.

¿Por qué seguimos haciendo caso al feminismo? en mi opinión los -ismos pocas veces traen algo bueno, en este caso, nos quieren vender una igualdad que no es real, nunca seremos iguales a los hombres, es un hecho que empieza en nuestro cuerpo y sigue en nuestra mente, somos diferentes y pensamos diferente. Un hombre jamás podrá sentir lo que es tener una vida dentro, nunca podrá sentir lo que es parir, nunca tendrá un descontrol hormonal mensual, luego nunca podremos ser iguales. Nuestro cuerpo y nuestro cerebro son distintos, que no nos vendan la igualdad o mejor aún, ¡no la compremos!

Yo no soy igual , no quiero ser igual. En el trabajo, tampoco somos iguales, en muchos puestos una mujer tiene desventajas frente a un hombre y en otros es el hombre el que las tiene frente a la mujer. Generalizando, ellos en muchos casos tienen más fuerza física, nosotras más empatía, más intuición. Es cuestión de valorar a la persona que realiza el trabajo, no el sexo de la misma.

Respecto a las palabras del ministro de justica que tantos comentarios y críticas han suscitado, yo creo que tiene razón, seamos objetivas, en nuestra sociedad es mucho más fácil abortar que tener ese hijo. Yo siempre me he planteado que si una mujer que se encuentra frente a la disyuntiva de pasar por un embarazo sola y traer un hijo al mundo del que no se puede hacer cargo o no se siente capaz para ello, puediera elegir, entre abortar o poder acudir a una institución en la que la acogieran durante ese embarazo y que la compensara económicamente el tener ese hijo para que otras personas pudieran cumplir el sueño de ser padres, ¿cuál sería la decisión final? 

Seamos serios, el dinero es el motor de este mundo, ¿cuánto cuesta una adopción? lo que una pareja está dispuesta a gastarse por unos trámites la mayor parte de las veces en el extranjero para adoptar un hijo, ¿no estaría dispuesta a pagarlo a una madre que se ha quedado embarazada y no desea ese hijo?  ese dinero serviría no sólo para que tuviera atención, compañía y apoyo durante el embarazo, sino para faciltiarla un futuro tras su maternidad. 

Siendo egoistas, si la tasa de natalidad sigue en estos niveles, ¿quién va a sufragar el estado del bienestar en el futuro?
Pero somos muy modernos, muy progresistas, nos hemos creido aquello de que "las mujeres somos dueñas de nuestro cuerpo" y es más cómodo abortar, matar a ese ser indefenso, sí, he dicho matar, yo he sentido que era madre desde el mismo momento en el que me hacía el test y salía positivo, antes de notar sus pataditas, he notado mi cuerpo diferente, ¿con que autoridad se cree nadie para decidir a partir de cuando es o no vida lo que se está gestando en nuestro vientre?

Sí, somos dueñas de nuestro cuerpo, para ello hay infinidad de métodos anticonceptivos, pero no somos dueñas de esa nueva vida, sino que somos responsables de nuestros actos. Si alguien se suicida quemando su casa y ello afecta a otras personas, ¿no es responsable del daño causado a estas personas?, entonces si te quedas embarazada, ¿no eres responsable de esa nueva vida que has creado?, ¿por qué puedes decidir si tiene o no derecho a vivir?

Creo que la sociedad tiene que valorar la vida, facilitar que una mujer decida seguir adelante con su embarazo sin presiones, que le sea más rentable y más cómodo tener ese hijo que matarlo. Hace poco aparecía en la prensa una noticia sobre abortos post-parto, sí ahí sí se decía matar un recién nacido, ¿qué diferencia hay entre matarlo cuando tiene unas semanas de vida dentro del vientre de su madre o cuando tiene unas horas de vida fuera de él?

No me vale el que para la mujer el aborto también es algo traumático, como muchas situaciones en la vida, aquí también hay un componente educacional muy importante, hemos de educar en la responsabilidad, tener relaciones es una experiencia maravillosa entre dos personas, pero desgraciadamente muchos adolescentes se sienten presionados dentro de su grupo, pandilla o como queramos llamarlo - ¿aún eres virgen? - si ya no importa con quien te acuestas, no va a importar mucho más las consecuencias de ello. Una pena.

Nadie sabe lo que todos esos seres a los que no se ha permitido nacer hubieran podido hacer, quién sabe, igual hemos condenado a la humanidad por abortar al futuro descubridor de la cura contra el cáncer, el SIDA ...

martes, 6 de marzo de 2012

Un domingo diferente

Este viernes en la carpeta de los deberes había un trocito de papel, con la hoja muy chiquita, pero que traía una información muy interesante.El domingo había jornada de puertas abiertas en una de las centrales de bomberos de nuestra ciudad y como el papá de una compañera de clase del peque trabaja alli, nos invitaba a todos a ir a disfrutar de una mañana de domingo diferente.

No es necesario decir que el peque estaba loco de contento con ir, yo en un principio había pensado quedarme en casa y que lo llevara el papi, pero al final cambié de idea. Llamé a la mamá de su amigo, para ver si se les apetecía ir y ¡cómo no! así que me animé, si me cansaba de estar de pie, siempre podíamos dejar a los peques con los papis e irnos nosotras a una cafetería.

El domingo el peque se despertó más temprano de lo habitual y tardó menos de lo habitual también en desayunar, ¿por qué sería? ;-) cuando llegamos ya estaban allí algunos de sus amiguitos de clase, así que estuvimos saludando a niños y papás, muchos hacía tiempo que no me veían y el tema central fue mi barriguita - ¡anda, si no sabíamos que estabas embarazada! - ¿para cuándo lo esperas? - ¿qué tal estás?.

Mis suegros que se habían animado a ir a ver al niño, ya estaban allí cuando llegamos, mi suegra que siempre me dice que soy muy negativa y no me socializo, alucinaba, ¡pobre! no podía darme la lata contándome lo que habían estado haciendo el sábado por la tarde porque siempre estábamos en alguna de las actividades con algún padre o madre hablando, ya cuando se me acercó un peazo bombero y me dió dos besos sí que se le quedó la boca abierta. Era el papá de la compañera de la clase del peque, su mujer y yo hemos sido vecinas en las respectivas casas de nuestros padres y hemos compartido muchas tardes de piscina. Pero claro, ella no lo sabía.

Los niños disfrutaron un montón, les dejaron manejar una manguera, un bombero con el traje completo, se ponía delante y dejaba que lo mojaran, les dejaron subirse a un camión, tocar la bocina, había hinchables y lo mejor de todo es cuando en el patio empezaron a hacer espuma, eso ya fue impresionante, el peque no acababa de comprender como es que debajo de la espuma no había agua, como en la bañera de casa. Se cubrió de espuma y decía que era un oso polar, ¡qué bien se lo pasó! no había manera de sacarlo para irnos a casa, había pasado muy rápido, llevábamos allí 3 horas y no se cansaban.

Reconozco que soy demasiado previsora y le había preguntado a mi amiga, así que cuando llegó el momento de salir de la espuma, allí estábamos preparados con una mochila con un cambio completo de ropa (calzoncillos incluidos) y una toalla, el peque estaba un poco preocupado, "mamá, ¿ahora cómo vamos a quitar toda la espuma?" - mi suegra pretendía llevar al niño todo mojado, hasta que nos fuimos al gimnasio que tenían preparado y yo abrí la mochila, no sé quien se sorprendió más, si la mamá que teníamos al lado o mi suegra... la verdad es que disfruté del momento, para que negarlo, saqué una toalla y fui secando al niño, primero le cambié de cintura para arriba y luego de cintura para abajo, tenía empapado todo, hasta el calzoncillo. La mamá de al lado, comentó, "vaya, yo no había pensado en todo esto" y mi suegra muy ufana le dice: "es que mamá previsora vale por dos y abuela también", vamos, que se apuntaba ella el tanto.

Al final les dieron una bolsa de chuches y todos tan felices para casa.