La chiquitina llevaba una semana de mal en peor, no sé si por que la dolían las encias, si porque tenía mocos...o una mezcla de todo, pero era ponerla el babero y empezar a llorar, una batalla desde la primera cucharada para que tomara un poquito de puré.
Bajé al súper y cogí el potito que más le gustaba a su hermano...a ver si había suerte, no sé si por la novedad, pero ese día comió un poquito, al menos no lloraba cuando veía babero y cuchara. Así que compré uno de cada sabor y marca adecuado a su edad, ternera, pollo, cordero,... su favorito es el de pollo y hoy he de decir toda orgullosa que se ha comido uno enterito para comer, no quepo en mí, eso de verla abrir la boca es que ¡no tiene precio!
Su hermano también estuvo unos meses que no quería comer más que potitos, también de una marca en concreto y de un sabor, así que no me voy a agobiar porque no coma el puré que con tanto cariño yo la preparaba...ya tendrá tiempo de apreciar mis habilidades en la cocina, ahora lo que importa es que se alimente y coja peso.
A parte del catarrillo que ha tenido esta semana pasada y un par de días con fiebre está muy guapetona, y ya se ha puesto a gatear!! con 9 meses! el otro día después de llegar agotada del trabajo, acabé de bañarla y mientras se bañaba el niño, aproveché para quedarme un ratín sentada en la cama, mirando Twitter y Facebook en el móvil, con el rabillo del ojo veía al mayor en la bañera y la peque estaba jugando con un muñeco con mis piernas como barreras para que no se cayera de la cama, en esto que saca el papi al niño de la bañera y viene con un coche, lo pone a los pies de la cama y le anima a su hermana a cogerlo...y allá que va ella, se gira...apooya las manitas, avanza... y lo coge!! - "mamá, mira, ha llegado a coger mi coche!! - que carita de sorpresa puso :-)
Da gusto verles como empiezan a jugar juntos, el niño enseñándola sus juguetes y diciéndola que no son para chupar y ella pendiente de cada palabra que su hermano la dice. Cada día me alegro más de no habernos quedado sólo con el niño, él está encantado con su hermanita, aunque también tenga sus momentos de "pelusilla", pero es que esta nena acapara demasiado la atención y él tambien necesita sus mimos.
A finales de semana toca ir al hospital...a ver que nos dice la Dra., esta semana tampoco la he dado los polvitos de suplemento alimenticio que nos recetó, pero con lo que costaba que comiera un poco, era darla la mezcla y negarse en redondo a abrir la boca. Cuando la llevamos al pediatra por los mocos y la fiebre, después de una semana comiendo muy poco y vomitando, la pesó y no había perdido peso, así que estoy cada vez más convencida de no dejar de darla lactancia materna, aunque ello me suponga dormir poco y que me despierte varias veces por la noche, ella sabe que mamá por la noche está a su lado siempre disponible y parece que en cuanto hace hueco en su barriguita, vuelve a pedir teta y yo feliz de verla con que energía chupa y va tomando toda la leche.