Hace siglos que no escribo nada para el blog…y no porque no
me pasen cosas, sino porque literalmente no me da la vida, cuando llego a casa
y por fin acabo de hacer todo, no tengo cuerpo para nada más que irme a la cama.
Pero hoy, parece que se han conjuntado los astros y he
sacado un ratín para contar un poco como va la vida por nuestra casa. No sé si,
como me he relajado yo, parece que todo va a un ritmo un poco más relajado o
como las distintas situaciones van fluyendo más relajadamente, he podido
relajarme yo un poco. El caso es que mi niño está sacando unas notas
espectaculares en los exámenes, a ver si no le bajan luego las notas por
"mal comportamiento", mi niña parece que ya va comiendo y durmiendo
como la princesa de 3 años que ya es, mi marido tiene una mierda de trabajo,
pero al menos está ocupado y cobra a fin de mes, y yo… tengo una situación
nueva en la oficina.
Poco después de mi último post, tuve una gastroenteritis de
esas que duran en teoría 24 horas, pero que te dejan absolutamente hecha polvo,
mi cuerpo y mi mente estaban absolutamente derrotados, hasta mi hermano vino a
consolarme, darme "mimitos" y animarme. Todo se me vino encima y me
derrumbé.
A partir de ese momento, todo fue hacia arriba, dormí,
descansé y me planteé que esa no era la vida que quería, no podía dejar que
todo me agobiara, asumí que había cosas de la vida que no podía controlar y que
debía esforzarme en las que realmente dependían de mí, pero de una en una.
El cumpleaños de la princesa era una situación que me
estaba pesando, obviamente iba a preparar una fiesta con tarta, velitas y
regalos a mi niña, pero no quería que se me presentaran los padres de mi marido
y nos amargaran. No sabía cómo planteárselo a mi marido, al fin y al cabo son
sus padres… pero con mi mentalidad renovada, me lancé, con cariño, le dije
claramente que no los quería en casa y él me sorprendió diciendo que él
tampoco, que organizara la fiesta cuando me pareciera mejor y que no les invitara.
Al ser su cumple en día de diario, decidimos hacerla el sábado anterior y
llevar un bizcocho el lunes a la guardería, así yo podía prepararlo el domingo.
Dicho y hecho.
Mi niña disfrutó de su fiesta, con sus papás, su hermano,
sus tetés (mis padres), sus tíos (mi hermano y su mujer) y su madrina. No echó
en falta a nadie, ni preguntó por nadie…la foto que la sacó la madrina chuperreteando
la paleta con la que había estirado la cobertura de chocolate de su tarta lo
dice todo :-)
También tenía pendiente el tema de hacer las fotos para el
catálogo de las esculturas que mi padre va a presentar en una nueva exposición.
Por supuesto no soy profesional de la fotografía, pero no se me da mal, siempre
y cuando el modelo se esté quieto…algo fácil con las esculturas. Pero claro,
había que preparar el sitio, la luz, el fondo uniforme para luego poder
retocarlo con el photoshop… así que "sacrifiqué" una mañana de un día
de fiesta para hacer todo el trabajo para mi padre, él se lo merece. Eso sí, de
"premio" me llevé un ataque de alergia fenomenal, el sitio estaba con
bastante polvo y mi padre, tras limpiar las esculturas, sin querer me sacudió
encima el trapo…¡horror! Han sido 15 días de mocos y congestión…pero bueno,
parece que ya han pasado.
Una grata sorpresa fue la visita de mi amiga, la única de
la pandilla que se nos ha ido a vivir fuera de España, vino con su hijo, mi
niño y él siempre hacen buenas migas, nos juntamos todas las amiga y pasamos una
tarde fenomenal de merienda campestre con esta primavera calurosa que tenemos.
Hasta nos hemos animado a ir al pueblo un par de veces, la primera
a la celebración de los quintos de la hija de mi prima, con comida familiar y
mis hijos disfrutando subidos con ella al caballo. La otra ha sido algo más
triste, porque la suegra de mi prima había fallecido, al ser el funeral en
festivo, nos fuimos a acompañarles en ese triste trago y ya aprovechamos para
pasar un rato con mi tía, en su casa hay gallinas, conejos, ovejas… ¡cómo se lo
pasaron mis niños! Y menuda bronca que me cayó de mi tía por regañar a mi hija
cuando al coger un huevo que había puesto las gallinas mi niña lo espachurró. Creo
que era la primera vez que tenía un huevo en la mano, lo cogió tan fuerte, que
se agrietó … ¡pobre! Dijo muy bajito: "se ha rompido".
Habrá que repetir, aunque mi niño nos dió un susto, se le hincharon los ojos, tenía congestión y acabamos el día en urgencias porque me daba miedo que le pasara como a mí y le diera asma por la noche. La pediatra nos tranquilizó, nos dió un suero para limpiarle los ojos y un antihistamínico para la alergia. Al día siguiente estaba mucho mejor, pero ¡menudo susto!
Habrá que repetir, aunque mi niño nos dió un susto, se le hincharon los ojos, tenía congestión y acabamos el día en urgencias porque me daba miedo que le pasara como a mí y le diera asma por la noche. La pediatra nos tranquilizó, nos dió un suero para limpiarle los ojos y un antihistamínico para la alergia. Al día siguiente estaba mucho mejor, pero ¡menudo susto!
2 comentarios :
Como me alegro de que hayas vuelto y de esa forma tan positiva. Es maravilloso que por fin te pasen cosas buenas, aunque vaya susto tu gastroenteritis y la alergia de tu niño. Muchas felicidades por esas notazas. Que orgullo!!! Muchos besos y que todo siga así
Me alegro de que esa gastroenteritis te trajera el impulso necesario para salir aflote, y apartar lo que no te hace bien.
A veces, las soluciones vienen en los momentos menos esperados.
Poco a poco todo va saliendo, y como dice mi madre: todo pasa!
Muchos besos
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